miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Por qué?

Hoy he tenido mi paraguas abierto prácticamente toda la tarde, incluso cuando la lluvia casi ni se notaba en la piel. Yo, quien solía decir de mi misma adorar los días de lluvia, el olor a mojado, mis pelos de loca y las gotas en mi cara. Y en ese momento, mientras me chocaba con el resto de paraguas centrados en la misión de evitar encrespamientos, rímel corrido y marcas de gotas en los abrigos, me di cuenta. ¿En que punto deje de escucharme yo misma? ¿Dónde? ¿Se puede saber dónde estan esos detalles? Los que hacían que me levantase como si ese día fuese el último, los que eran mi secreto. Los que me hacian sentir bien. ¿Se fueron con esa sensación?
Me paso los días oyendo hablar de fortaleza, que soy muy fuerte dicen. Claro. Lo que ellos no saben es que yo no soy fuerte, sino que mi miedo supera al de todos los demas. Y me lo trago cada mañana y cada noche desde hace meses. Deje de escucharme a mi misma, no volví a pararme para hacerlo. ¿Por qué? Porque la realidad me ha podido y me hizo olvidar como mirar dentro. Me engañe. Me engañe sin querer por no mirar mas allá de lo que veía con los ojos, y teñí lo que sentía de colores que nunca antes me habían gustado. Así que, ¿qué?. Confusión, una mierda de indecisión por no parar el tiempo un segundo y pensar en algo mas que lo que tenia delante. ¿Y que tenia delante? También lo hice cambiar demasiadas veces.
Y esto es lo que tengo hoy, de pronto. Demasiadas palabras para decirlo todo y al final, quedarse en nada. Palabras tristes y de odio, hacia mi, hacia el tiempo, a los porqués.

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