lunes, 22 de agosto de 2011

Y en este mundo que va a la velocidad del rayo...

En esta tarde de verano había llovido. En esta tarde de Domingo, el cielo estaba mas gris que nunca y las sombras del pasado parecían pisarle los pies. Y a oscuras, había buscado a tientas el olor de tiempos mejores. En ese Domingo,  el dia descarrilado de la semana, de miedos, de manta y tele.
En esta tarde de Domingo el cielo había llovido, y el, había conseguido que ella no lo hiciera sola. Llovieron juntos, despertando cosquillas en su sonrisa y en eso que llaman corazón. 
Y es que en esta tarde de lluvia, las escaleras estaban en la azotea, la sudadera azul fue su lugar favorito y el, quien la ayudo a no tocar el subsuelo.

2 comentarios:

  1. Hola guapa! muchas muchas gracias por tu comentario! tus textos son una maravilla y la verdad que llevas razón, me recuerdas a mi :$
    un besazo enorme!
    y ya tienes otra seguidora!

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  2. Espera, estoy flipando. Acabo de leer el texto que escribiste a tu padre..yo también le escribí algo parecido al mío.
    Porque fue la misma historia, lo q pasa q en mi caso han pasado ya 4 años.
    Tienes unos grandes textos, claro que si :)

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