Últimamente se ha aficionado a dar paseos por el parque de enfrente de su casa mientras en sus auriculares suenan canciones que llaman a gritos a todos sus fantasmas. Le gusta eso de dar rodeos para ir a todos los sitios, de perderse. Perderse en cualquier sitio. Y le duelen los fantasmas, claro que si. Pero ha descubierto que no puede ser fuerte todos los días, y que en realidad, ser fuerte no significa no llorar o estar siempre contenta, sino que es asumir. Y que para hacerlo, tiene que doler de vez en cuando. Hasta que ya solo pica.
Y hoy solo pica. Por él. El que consigue que siga teniendo cosquillas, y a veces aviones. Y es esa sensación la que hoy borra todos sus fantasmas. La de jugar a ser humanos, y quererse. Le quiere mucho, aunque eso a veces también duela, y de miedo. Mucho miedo. Pero hay miedos que merecen la pena, porque significan ser feliz. Y es que a veces, no nos atrevemos a ser felices. No nos atrevemos porque aun que todos lo queramos, aunque ella lo quiera, es mucho mas fácil quedarse en el suelo rodeado de fantasmas.
Gracias por comentar en mi blog, el tuyo me encantaa, un besoo :)
ResponderEliminarTienes una seguidora más :)
ResponderEliminarSi te cuento un secreto, respecto a lo del titulo de mi blog, en su dia, intente coger palabras que significaran algo para mi y hacer una frase con sentido al juntarlas, y ahi esta el titulo, esa frase (aunque sin mucho sentido, no?) :))