sábado, 31 de diciembre de 2011

Carta al 2011.

 
Querido 2011:
Has sido el peor año de mi vida. Por eso te escribo, te escribo porque me has jodido, me has dejado mal. Y hay que estar muy mal para escribir bien. Porque te vas, por fin.
Fuiste pura incertidumbre desde el principio, fuiste miedo. Además, nunca me gusto el numero once, demasiado impar.
Te empecé entre hospitales y palabras nuevas. Entre lo que había intentado evitar desde que nací, y entre lo que jamás creí que podría pasar a mí alrededor. Me hiciste crecer de golpe, de un empujón.
Conseguiste que aprendiera lo que significa echar de menos, y querer. Lo que es el miedo a perder a una persona y el miedo que viene cuando ya lo has perdido. Lo que significa hacer daño y que hay cosas tristes. Ser triste y llorar cada noche durante muchos, muchísimos meses seguidos. Lo que es la vida. Viste como me perdí, como deje de conocerme, y como descubrí que estar sola es la mejor forma de hacerlo. Como desee con todas mis fuerzas que el mundo se parara para reinventarlo, para evitar una realidad que pisaba mis talones. Fuiste un reto, desde Enero a Diciembre. Me pusiste todo al revés.
Tú, 2011, trajiste contigo el Julio que nunca quisimos. Y el silencio de después. Dejaste una cama vacía y te llevaste muchas cosas. Nos obligaste a decir adiós en menos de ocho meses.
Pero a pesar de todo eso, te he ganado. Porque gracias a ti he aprendido a ser fuerte, a reconstruirme a la vez que caminaba. A asumir y a olvidar. A recordar de otra manera. A darme cuenta de que quiero muchos a mis padres, y que nadie me conoce mejor. Gracias a ti, he crecido, y creo que ahora soy mejor persona.
Además, querido 2011, y ahora que te vas, diré que no todo ha sido malo. Has sido el protagonista del comienzo de una nueva etapa. De viajar a Londres, a Alemania y volver con el gusto por los aeropuertos, por conocer cosas nuevas y a gente nueva. Por  cambiar de aires. De personas nuevas, que ahora puedo llamar amigos y que están para sacarme las preocupaciones a carcajadas.
De ellos, los de siempre, mis mejores amigos, que están como siempre, y mejor que siempre, los de verdad. Ellos, que no me valdría con un simple gracias para expresar todo lo que han hecho por mi. Porque chicos, vosotros también habéis sido fuertes. Ellos, están todos los días, cada uno a su manera. Y pisan lo malo. Lo convierten en palabras bonitas y abrazos porque si. Lo convierten en risas hasta no poder más. En querer mucho. La verdad, ellos son los que me hacen olvidar los miedos, las preguntas que no tienen respuesta. Ellos son confianza. Y forman parte de mí.             
 Y de él, que siempre este aunque no este. Nunca seré capaz de definir lo que significa para mí con solo una palabra, pero sé que él es más que suficiente para que todo tenga sentido.  
Adiós 2011. Adiós al año que ha marcado mi vida, que me ha hecho cambiar. Ser fuerte. Querer de verdad. Crecer. Y darle importancia a las cosas que de verdad la requieren, pero también a las pequeñas, que al final, son las que están todos los días. Adiós año impar, me gustaría no recordarte demasiado. Solo espero que aunque cambie mi vida, me cambie el pelo, el estilo de vestir o la forma de hablar, nunca cambie lo que soy ahora, y todo lo que he aprendido durante estos doce meses que venían contigo, todo lo que he conseguido. Porque al fin y al cabo, se termina un año, pero el uno de Enero cuando me despierte, las cosas seguirán tal y como las dejaste.
Atentamente, Sandra.

2 comentarios:

  1. tu 2011 habrá sido malo, pero el texto que le has dedicado es el más bonito ;)
    un besazo enooooorme y feliz año :)

    ResponderEliminar
  2. Verás como el 2012 te sorprende.

    "Después de la tormenta..."


    Un beso, y gracias por pasar y quedarte. :)

    ResponderEliminar