viernes, 16 de diciembre de 2011

Gone, play on

He estado mucho, mucho tiempo siendo tan solo el 50% de mi misma. Rodeada de paredes, de barreras. De no saber. No encontrarme, no creer. Y de pronto, a tal día como hoy, sonrió. Para mí, sin ningún fin. Sonrió y sé que nunca he sido tan yo misma como ahora. Suena estúpido, y me quedo corta en las palabras, pero es bonito poder decir algo así cuando todo lo que hay a tu alrededor está cambiando. Cuando duele.
En este Diciembre, me veo con fuerzas para decir que puede ser triste, pero que lo bueno hace a lo demás pequeño. Que los miedos están para derretirse entre las sabanas de su cama, entre las palabras mejor dichas. Y el echar de menos desaparece con cada carcajada de más.  No pretendo que sea fácil, ni que desaparezcan los domingos, el gigante azul del mar o las canciones que dicen adiós, pero a veces, cuando no se puede volver atrás, mi corazón aprovecha para pedir vacaciones.

1 comentario:

  1. Cuando tu vida cambia así de repente, te das cuentas de muchas cosas, aprovechalas :) (Aunque duela)

    ResponderEliminar