viernes, 18 de abril de 2014

Me quedo aquí, y aquí no es un lugar.

Nunca habia conocido a una persona  que pudiera competir con la primavera.  Hasta que apareció, con esa naturalidad sobrehumana con la que me mira cada vez que hablamos sin abrir la boca. Hizo desaparecer los días de la semana y la sensación de rutina. A cambio, ahora tengo una nueva casa, muy cerca del león que ruge en su espalda, y una guerra a mano armada contra todos los despertadores cada mañana desde el lado de su cama.

1 comentario:

  1. Aquí se te extraña, pero creo que es mejor que te quedes allí, con tu guerra de despertadores :)
    Beso!

    ResponderEliminar