miércoles, 1 de mayo de 2013

"Después de pasar el tiempo contigo, me doy cuenta de que la vida es un rato muy pequeño."


El tiempo es indefinible, el tiempo es rapidez, len-ti-tud, miedo, correr. El que no espera. El que olvida, o mas bien engaña. El tiempo es el tren que nunca cojo, por miedo a llegar, por miedo a que el siguiente segundo en el que me toque bajar no lleve tu inicial.
Es querer romper todos los relojes que meten prisa a este rato que es mi vida, para poder alcanzarnos cuando caemos en tus precipicios. En mis abismos. Para poder colarme bajo tus parpados mientras duermes y que me cuentes como vencimos en esa batalla contra las horas,
los días,
los meses,
los años, en tu habitación.
Es el miedo de que deje de pasar por tu pupila, reflejada en la mía, la rapidez en la que nos lleva la vida. De que el tiempo pase a ser demasiado lento, y ya no tenga palabras para abordar tantos minutos.
Los minutos que no llegan a segundos si los cuento en función de tu respiración respirándome la vida por la nuca. 

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo22:06

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar